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4 jun 2017

Raro, raro, raro...

La palabra raro tiene una entonación especial, diferente y agradable porque conjunta a la erre fuerte del inicio  con la erre suave intervocálica. Apetece repetirla y sentir su vibración especial y diferenciada: fuerte, suave; fuerte, suave; fuerte, suave. Su origen etimológico procede del latín "rarus" que significa poco numeroso, y según la RAE es un adjetivo que expresa algo poco común o frecuente. Aplicado a las personas se dice de quien tiene un comportamiento extravagante o sorprendente, o poco común para lo que se considera habitual, natural o normal. A veces el raro no quiere ser raro, otras veces lo anhela, lo necesita, quizás forma parte del conflicto propio de cada raro...Hay quien le da un valor puramente despectivo, como muestra de desprecio por quien se diferencia de "lo normal" de lo que la mayoría se supone que espera del espécimen sea raro o no. Hay raros de todas las categorías, raros físicamente, en su aspecto o en su forma de vestir, los más genuinos en su forma de comportarse, también hay besos y amores raros...
Extravagante expresa que es excesivamente original o extraño, parece que lo original es el lado bonito de raro y extraño es su lado siniestro. Si te dicen original te dan una palmadita de reconocimiento en la espalda pero si te dicen extraño igual te están arreando un pescozón social...
Puedes ser consciente o inconsciente de tu propia rareza pero una cosa tengo clara, el mundo ha evolucionado con los raros, raros, raros....

Relatos raros, raros....

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