Elegimos un menú degustación de 55 euros. Nos sorprendió muy gratamente la experiencia porque al final se convirtió en eso, una vivencia de sabores, colores y texturas en buena compañía y además nos toco la fibra sensible gastronómica....Quizás ese día estábamos más receptivos, quizás los cocineros estaban inspirados, o quizás las hadas merodeaban.... Lo cierto es que a fecha de hoy sigue siendo insuperable, aún a sabiendas de que en cualquier momento lo será, solo es cuestión de seguir el camino.... Hablar de comida es difícil, forma parte de la literatura, lo importante es saborearla. El Yayo nos sorprendió, nos trajo la ría a la mesa, nos hizo viajar por Galicia, nos abrió los ojos, nos recordó recuerdos y nos introdujo en la creatividad de platos bien elaborados. También tuvo la gentileza de visitar las mesas y comentar con los comensales. Si vas por la zona y tienes ocasión no dejéis de visitarlo. Y como una imagen vale por mil palabras y es capaz de estimular mil estómagos abandonamos las letras para dar paso a simples momentos e instantes....Buen provecho.
Pensamientos, sentimientos, ideas, emociones, reflexiones, sueños y otros escritos...
22 ene 2018
Insuperable....Yayo Daporta Restaurante
Era un día de principios de agosto de 2015, sin planificación alguna merodeabamos por la Ría de
Arousa en un viaje sin rumbo, un despiste nos llevó hasta Cambados hacia el medio día, aparcamos cerca del puerto y mi amigo y yo nos adentramos por las calles antiguas en busca de un lugar donde comer. Poco después, nos topamos con un bonito edificio clásico, girando por la calle contigua tenía un acceso que daba a una pequeña escalitana y zona ajardinada donde había un horreo de piedra y una bonita terraza...El lugar parecía digno de un buen manjar, eran las dos y algunos minutos de la tarde. Un cámara tomaba imágenes de un par de personas que hablaban en la entrada exterior. Con cierta duda, entramos y preguntamos si era posible comer. El maitre nos atendió con mucha simpatía y profesionalidad, hizo unas pequeñas consultas y con una sonrisa, nos comentó que hacía muy poco tiempo le habían anulado una reserva para dos personas. Sin pensarlo mucho aceptamos comer en aquel sitio a donde nos había conducido el destino. Una vez dentro, empezamos a curiosear a través del móvil, qué sitio era aquel y quién regentaba el lugar donde nos habíamos sentado en la mesa. Era el restaurante de Yayo Daporta, conocido por su participación como miembro del jurado del reality Top Chef. Ahora nos percatamos que lo que habíamos visto en la terraza era un entrevista televisiva que le estaban realizando. El trato y la atención fueron excelentes, con mucha profesionalidad y un ambiente muy acogedor. Su hermana sommelier, nos mostró sonriente los vinos.
Elegimos un menú degustación de 55 euros. Nos sorprendió muy gratamente la experiencia porque al final se convirtió en eso, una vivencia de sabores, colores y texturas en buena compañía y además nos toco la fibra sensible gastronómica....Quizás ese día estábamos más receptivos, quizás los cocineros estaban inspirados, o quizás las hadas merodeaban.... Lo cierto es que a fecha de hoy sigue siendo insuperable, aún a sabiendas de que en cualquier momento lo será, solo es cuestión de seguir el camino.... Hablar de comida es difícil, forma parte de la literatura, lo importante es saborearla. El Yayo nos sorprendió, nos trajo la ría a la mesa, nos hizo viajar por Galicia, nos abrió los ojos, nos recordó recuerdos y nos introdujo en la creatividad de platos bien elaborados. También tuvo la gentileza de visitar las mesas y comentar con los comensales. Si vas por la zona y tienes ocasión no dejéis de visitarlo. Y como una imagen vale por mil palabras y es capaz de estimular mil estómagos abandonamos las letras para dar paso a simples momentos e instantes....Buen provecho.
Elegimos un menú degustación de 55 euros. Nos sorprendió muy gratamente la experiencia porque al final se convirtió en eso, una vivencia de sabores, colores y texturas en buena compañía y además nos toco la fibra sensible gastronómica....Quizás ese día estábamos más receptivos, quizás los cocineros estaban inspirados, o quizás las hadas merodeaban.... Lo cierto es que a fecha de hoy sigue siendo insuperable, aún a sabiendas de que en cualquier momento lo será, solo es cuestión de seguir el camino.... Hablar de comida es difícil, forma parte de la literatura, lo importante es saborearla. El Yayo nos sorprendió, nos trajo la ría a la mesa, nos hizo viajar por Galicia, nos abrió los ojos, nos recordó recuerdos y nos introdujo en la creatividad de platos bien elaborados. También tuvo la gentileza de visitar las mesas y comentar con los comensales. Si vas por la zona y tienes ocasión no dejéis de visitarlo. Y como una imagen vale por mil palabras y es capaz de estimular mil estómagos abandonamos las letras para dar paso a simples momentos e instantes....Buen provecho.
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