Pueden parecer dos palabras con mucho o poco significado, muy profundas o superficial a la vez. Ambas vinieron de la mano, podría pensar...., pero mejor, evitaremos la lógica... Atisha me indico que me acercara hasta aquel telescopio para contemplar la belleza y la hermosura de la luna, ya nada sería igual, realmente nada vuelve a ser igual, aunque a veces se empeña uno mismo en volver a mirar por el mismo agujero y ver la misma cosa.... Las estrellas giran sin parar, igual que los planetas y al igual que sus lunas y al igual que todo lo que se encuentra en el universo. Somos viajeros galácticos en el espacio y en el tiempo, en busca de no se sabe qué... La luna me abrió los ojos del corazón y me dio su perspectiva, desde allí el espacio era otra cosa y en el camino se fue ocultando en un eclipse total mientras me susurraba una dulce melodía en un pequeño ukelele...El otro me mostró la compasión y el poder de la fuerza en uno mismo. Somos estrellas de una galaxia infinita que ni siquiera miramos, ni sentimos, ni percibimos....No hay océanos que separen, somos el océano....
Extrañas ideas en el fluir galáctico, mientra pasan estrellas fugaces...
No hay comentarios:
Publicar un comentario