Viento gélido, noche oscura y profunda en un ambiente invernal. El sonido se filtraba por las rendijas de las ventanas silbando mientras se oían extraños crujidos de origen desconocido...Era una noche cargada de un ambiente sobrecogedor que hacía augurar sucesos insospechados. Aquel día, no había nadie en casa, las habitaciones de los niños estaban vacías por su ausencia, pero un golpe seco en una de las estancias hizo palpitar con rapidez mi corazón, uno se queda petrificado pensando que podría tener alguna compañía indeseable, sientes la tensión en todo tu cuerpo, y sigilosamente sin hacer el más mínimo ruido me dirijo a la habitación en cuestión. Caminas despacio, escuchas tus latidos agarrados al cuello como queriendo salir de ti mismo y con los ojos bien abiertos pero sin apenas ver pasas la mano sobre el picaporte de la puerta, piensas que todo esto es una exageración, pero albergas dudas. Abres la puerta y pronuncias alguna extraña palabra que ni siquiera puedes recordar, como si hablar en voz alta te hiciera salir de las tinieblas. Pasas la mano por la pared hasta palpar el interruptor de la luz, pues hasta ahora todo era semioscuridad. Al hacerse la luz, se ilumina la habitación y compruebas aliviado que todo esta en orden, en el orden cotidiano y habitual, a excepción de la puerta del armario. Aliviado y comenzando a tranquilizarte empiezas a respirar mas tranquilo mientras te acercas a cerrar la puerta descolocada. Pero justo cuando vas a girarla, en ese preciso instante, te golpea la puerta en la cabeza, con un extraño ruido, se oscurece el lugar y sientes como te agarran con fuerza de la mano y acabas violentamente introducido en el armario, totalmente angustiado, sobrecogido, aturdido, medio mareado y sin entender nada de nada, en un pequeño habitáculo cada vez más oscuro donde percibes una presencia..., que de repente abre sus ojos brillantes.
Continuará....
Relatos fantasiosos donde cualquier parecido con la realidad es pura casualidad.
Nuestras sombras siempre nos acompañan, es nuestra parte oscura, apartada del ego, no reconocida ni valorada a pesar de que nacen al mismo tiempo y forman parte de nosotros. Se genera en la familia, en los padres, en los familiares, unas veces fruto de los abusos, pero otras de la educación más exquisita y nos condicionan en gran medida...Están detrás de los miedo, de los celos, del odio, de la rabia, de la pereza, de la inseguridad, de la perfección y de tantas y tantas cosas que nos generan conflictos....
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